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La empresa emblema de Báez pasó de 5.000 a 30 empleados

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23-06-2016 | EMPRESARIAS | CONSTRUCCTORA
La empresa emblema de Báez pasó de 5.000 a 30 empleados

La caída de Austral Construcciones comenzó con la muerte de Kirchner, se acentuó con la derrota electoral y terminó de concretarse con la detención del empresario.

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Fue la favorita del gobierno kirchnerista para el destino de $ 21.600 millones en obra pública. En 12 años se impuso como la principal constructora de Santa Cruz. Su presente dista mucho de aquellos años de bonanza y protección política. Austral Construcciones SA (ACSA), firma insignia de Lázaro Báez, pasó de emplear 5.000 personas a funcionar en la actualidad con apenas 30, todos ellos administrativos, que cumplen horarios pero a quienes cuesta cada vez más cumplirles con el pago de sus salarios: ACSA ya no tiene cuenta bancaria y sus fondos están todos embargados.

En el entorno del empresario aseguran que,desde el penal de Ezeiza, Báez no deja de preguntar por sus empresas y sobre todo por Austral, que la constituyó doce días antes que Néstor Kirchner juraracomo presidente de la Nación.Su ocaso comenzó con la muerte de su amigo y socio y se acentuó con la derrota electoral que eyectó a los K de la Casa Rosada.

Su ciclo fue de 12 años como el kirchnerismo y durante ese período, por ejemplo, ganó 51 de los más de 70 contratos que Vialidad Nacional destinó a Santa Cruz. Esto representó $ 21.600 millones de los cuales sólo la mitad se volcó a obras.

Investigada por lavado de dinero y evasión fiscal, Austral Construcciones, que siempre gozó de amplias comodidades en el Banco Nación donde tenía sus principales cuentas, hoy afronta un rojo irremontable: las cuentas se encuentran congeladas, por la situación judicial de Báez, quien además tiene un embargo de $ 900 millones.

La reducción de personal abrupta que sufrió la constructora inició en enero cuando se despidieron 1.800 trabajadores de la UOCRA, la desafectación de empleados continuó hasta la actualidad cuando sólo tienen 30 personas que diariamente cumplen horario. Quienes quedaron al frente de la firma, entre ellas Luciana Báez, la mayor de las hijas del empresario K, tratan de mantener los salarios de los pocos empleados que les queda, algo que se dificulta cada vez más.

El problema es que todas las cuentas de ACSA están congeladas y no pueden mover dinero. Hoy la familia Báez, que según la Justicia posee un patrimonio de 120 millones de dólares, cubre los gastos de los trabajadores con el ingreso de 27 alquileres que tienen en Río Gallegos y una docena de departamentos, también alquilados, en Buenos Aires. Este dinero, tal como contó Clarín, ingresa a cuentas personales de empleados que se ocupan de administrar dichos fondos. Los hijos del empresario K tienen también sus cuentas embargadas.

Los únicos 30 trabajadores que le quedan formalmente a ACSA van a las oficinas ubicadas sobre la Ruta N° 3, que supo asfaltar la constructora en su mejor momento. "Los papeles para mover son pocos, cada vez menos, se cumple horario", indicaron a este medio desde la firma. La Justicia comercial ordenó un remate de $ 12 millones porque Báez no pagó la aseguradora de riesgo de trabajo a sus trabajadores. Tampoco realizó las correspondientes cargas sociales y fondos de desempleo.

Lázaro Báez la semana pasada en los Tribunales de Comodoro Py. Foto Pedro Lázaro Fernández.
Lázaro Báez, la última vez que fue a la audiencia ante la Cámara Federal. Foto Pedro Lázaro Fernández.

En ese inmenso predio donde Lázaro y su hijo Martín tenían sus principales oficinas, sólo están estacionados, sin actividad, 505 camiones, camionetas y maquinaria pesada que recientemente fueron inventariadas por la Justicia. Por primera vez desde su creación, no tiene un sólo contrato de obra pública del Estado nacional, su principal empleador.

A la desolación que vive la constructora más importante de Santa Cruz, la familia Báez afronta el abandono de dos personas claves en la firma: Julio Mendoza presidente de ACSA desde 2004 y socio de Lázaro en varias empresas; y Claudio Bustos contador y mano derecha del empresario K. Ninguno de ellos se comunicó con Lázaro desde que quedó detenido en el Penal. Tampoco volvieron a trabajar a la empresa pese a que el empresario K se los pidió de forma explícita. Se desligaron en sus declaraciones de Báez y también de la constructora.

Sólo quedan números en rojo: el Banco Nación calificó a la empresa de Báez con "alto riesgo de insolvencia" por un crédito de $ 160 millones que nunca pagaron, además de los 459 cheques sin fondos emitido que acumularon $ 30 millones.

La familia intenta saldar la mayor cantidad de deudas posible, aunque no pueden mover "ni un solo papel porque todo está siendo revisado por la Justicia", explicaron desde Austral a Clarín. Cuando estén habilitados a realizar los trámites correspondientes, los Báez cerrarán definitivamente la constructora.

CLARIN

Fuente: SM

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