Traferri reclama esclarecimiento de la profanación a la tumba de Perón

04-07-2017 | SENADO SF | A 30 AÑOS
Traferri reclama esclarecimiento de la profanación a la tumba de Perón

Tras la muerte de Perón (1 de Julio de 1974), su cuerpo fue enterrado en la tumba de su familia en el Cementerio de la Chacarita, ciudad de Buenos Aires. Trece años después, el 29 de junio de 1987, tras la verificación de autoridades competentes, se descubre que efectivamente había sido profanada su tumba y que se habían quitado las manos del General, como así también otros objetos.

En un documento referente a este hecho, el senador Armando Traferri, citando a la Real Academia Española, dijo "Profanar, del latín "profanare", es "tratar algo sagrado sin el debido respeto", y también "deshonrar, prostituir, hacer uso indigno de cosas respetables." Afirmó que "cualquier profanación es siempre una acción dirigida contra la vida."

Dejando asentada la siguiente reflexión "¿A quién está dirigida una acción de esta naturaleza? No a los muertos cuyo cuerpo se profana, sino a los VIVOS que los respetaban y honraban cuando vivían y siguen haciéndolo después de muertos. ¿Con qué objetivo se lleva a cabo? Para DESTRUÍR ese lazo existente entre el líder y su pueblo, que en algún momento fue percibido como un "peligro" para aquellos que profanan y entonces sintieron MIEDO.

Si aquel vínculo entre el líder (muerto) y su Pueblo expresa la relación afectiva y política que los unió, este intento de destruirlo manifiesta el odio resultante del miedo que generó ese "peligro".

A continuación, el documento completo:

"Profanar, del latín "profanare", es "tratar algo sagrado sin el debido respeto", y también "deshonrar, prostituir, hacer uso indigno de cosas respetables", eso dice la Real Academia.

Desde hace más de cien mil años, los lugares donde "reponsan" los muertos, lo que hoy llamamos cementerios, han sido sagrados, precisamente porque hay en ellos algo sagrado: los cuerpos de personas que vivieron. Lo sagrado es algo que vivió.

En el fondo, lo que nos apela como algo sagrado es la vida misma. Por eso cualquier profanación es siempre una acción dirigida CONTRA la vida. Es la intención que anima las ya célebres palabras del General franquista José Millán-Astray en su polémica con Miguel de Unamuno: "¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!"

Lo que respetamos al respetar lo sagrado, es la vida. Lo que se profana al profanar lo sagrado, es la vida.

El Pueblo argentino sufrió varias profanaciones llevadas a cabo en el cuerpo de sus líderes: la decapitación y posterior exhibición de la cabeza del Chacho Peñaloza (celebrada y aplaudida públicamente por Sarmiento y la oligarquía), la profanación y el robo del cadáver de Eva Perón (celebrada y aplaudida también por la oligarquía, aunque esta vez "discretamente"), la profanación del cadáver del General Perón amputándole las manos, ocurrida hace hoy exactamente 30 años.

A quién está dirigida una acción de esta naturaleza? No a los muertos cuyo cuerpo se profana, sino a los VIVOS que los respetaban y honraban cuando vivían y siguen haciéndolo después de muertos. Con qué objetivo se lleva a cabo? Para DESTRUÍR ese lazo existente entre el líder y su pueblo, que en algún momento fue percibido como un "peligro" para aquellos que profanan y entonces sintieron MIEDO.

Y por qué algunos consideraron PELIGROSA esa relación del Pueblo con esos líderes? Porque precisamente EN esa relación, el pueblo se constituía como un sujeto político poderoso capaz de enfrentar a quienes intentaban sojuzgarlo.

Si aquel vínculo entre el líder (muerto) y su Pueblo expresa la relación afectiva y política que los unió, este intento de destruírlo manifiesta el odio resultante del miedo que generó ese "peligro".

Miedo, Odio, Destrucción, Profanación, "Viva la Muerte". Así se han expresado siempre los enemigos del Pueblo.

Viva la vida!"

Fuente: Sin Mordaza