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Testigos negaron parte de lo dicho en la instrucción de la causa a Los Monos

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11-02-2018 | JUDICIALES | JUICIO A LOS MONOS
Testigos negaron parte de lo dicho en la instrucción de la causa a Los Monos

Accedieron por la fuerza. El miedo se apoderó de ellos desde que tuvieron que abandonar sus casas.

El fiscal. Gonzalo Fernández Bussy preguntó a los testigos sobre lo que declararon hace un par de añoEl fiscal. Gonzalo Fernández Bussy preguntó a los testigos sobre lo que declararon hace un par de año

Tres testigos que estaban citados a declarar en diciembre pasado en el marco de la causa por asociación ilícita que se sigue contra 25 acusados de integrar la banda de Los Monos y que no habían sido hallados, fueron trasladados ayer hasta el Centro de Justicia Penal por la Policía de Investigaciones (PDI). Ninguno de los tres vive ya en la provincia de Santa Fe, y dos de ellos negaron el contenido de las declaraciones que realizaron en la Justicia durante la etapa de instrucción de la causa pese a que las actas llevan sus firmas.

También declararon dos hermanos de Lourdes Canteros, la nena de 14 años asesinada en mayo de 2013 en un tiroteo contra su casa del barrio De la Carne, donde un proyectil que entró por la ventana le atravesó el pecho. Por ordenar esa balacera está acusado Ramón "Monchi" Machuca. Ya en la jornada del jueves habían prestado un desgarrador testimonio dos hermanas de la adolescente que fueron testigos de su deceso.

El 11 de junio de 2013, Diego Germán Romero declaró en el juzgado de Instrucción 4, a cargo de Juan Carlos Vienna. Dijo que se había enterado de la investigación contra la banda del barrio Las Flores y que quería aportar información "para que se termine el flagelo de la droga, porque se están muriendo pibes". También se declaró a si mismo adicto desde los 3 años, y dijo conocer a la familia Cantero porque habían estado detenidos con sus hermanos en la cárcel de Coronda y porque él había residido en Las Flores en 2001.

En la misma declaración, Romero habló de una propuesta laboral que había recibido por parte de Mariano Salomón, "Monchi" Cantero y su hermanastro "Guille" Cantero. Era para atender un búnker de Lima y 27 de Febrero doce horas al día por 500 pesos y drogas como jornal. "Dado que yo no acepté la propuesta, me tiraron un tiro en la pierna", reza el acta que lleva su firma. También sindicó al tirador: fue "Chino" Gonzalez, dijo tras definirlo como "el sicario más importante de la organización". Además, en aquel acta manifestó que no fue al hospital ni denunció lo ocurrido por miedo.

En la misma declaración mencionó que los Cantero asesinaron a su amigo Antonio Domínguez, que trabajaba en un búnker regenteado por "La gorda" Carmen, a quien apretaron para que dejara de vender y, como ella se negó, mataron a Domínguez, que era como su hijo.

Todo eso fue negado ayer por el propio Romero cuando se sentó frente a los jueces Ismael Manfrín, Marisol Usandizaga y María Isabel Más Varela para responder a las preguntas de la Fiscalía.

El hombre, que ya no vive en la provincia de Santa Fe, dijo ayer que no tenía intenciones de prestar declaración en la causa porque no tiene nada para decir. Pero la fuerza pública fue a buscarlo a Chaco y ayer, cuando el fiscal Gonzalo Fernández Bussy lo consultó por el hecho en el que resultó baleado, el relato fue distinto al del acta: "Fui a comprar droga, había problemas y recibí un disparo en el pie izquierdo. No sé quién me disparó. No me iba a poner a preguntarle. No sé por qué me dispararon. Se estaban peleando entre dos grupos y yo justo llegué. No fui al hospital porque no había sido nada, sólo un roce", dijo Romero, que cuando le exhibieron el acta con su declaración previa dijo que nada de lo que allí estaba escrito había salido de su boca.

"Todo eso lo armaron (el ex Jefe de la División Judicial) Cristian Romero, el juez Vienna y el fiscal (de Cámara Guillermo) Camporini", afirmó.

Tras su declaración, el defensor del núcleo duro de Los Monos, Fusto Yrure, remarcó que al ser baleado Romero, presuntamente por Norberto "Chino" González (asesinado en marzo de 2017), éste se encontraba preso. "La historia no cierra", dijo.

Madre e hija

Después fue el turno de Delia C. y Nancy G. Son madre e hija y vivían en Pasaje 518 al 6300, en el barrio 17 de Agosto, pero desde hace unos años abandonaron la provincia. Según Delia, porque tenían terrenos de la familia en otra localidad. Según Nancy, para vivir más tranquilas.

Delia y Nancy son, además, la mamá y la hermana de Andrés García, un pibe de 17 años que el 2 de junio de 2008 fue asesinado a la vuelta de su casa. Por ese crimen cayó preso Darío "Casquito" Fernández. Las dos mujeres fueron testigos en el marco de la causa 913/12, que ventila el accionar de Los Monos, porque habían relacionado a "Casquito" con la banda de Las Flores.

En la instrucción dieron cuenta del mecanismo utilizado por los Cantero para apropiarse de casas del barrio a fuerza de expulsar a los vecinos bajo amenazas.

Ayer, cuando Delia se sentó frente al Tribunal y habló de la muerte de Andrés, lloró. "Andrés iba al quiosco de ahí a la vuelta, hacía frío. Yo estaba acostada y apenas salió se escucharon unos tiros, pero como era común no me preocupé. Al rato golpearon la puerta". Con la voz entrecortada, la mujer pidió hablar de otra cosa. "A mí esto me hace mal", dijo.

El fiscal la consultó por las amenazas armadas que otro de sus hijos recibió por parte de Lisandro Mena, un joven ladero de Claudio "Pájaro" Cantero, ambos asesinados. Eso ocurrió en junio de 2013, antes de que la casa de la familia fuera rociada de balas. "Mena le dijo a mi hijo que iba a pasar todos los días a tirarnos tiros hasta que nos vayamos", dijo Delia en la declaración que hizo ante la Justicia el 1º de julio de 2013.

Las contradicciones

En su declaración dentro de la causa la mujer aportó datos relevantes respecto al accionar que los Cantero tenían en Las Flores y La Granada. Cuando el juez Vienna dictó el procesamiento contra varios integrantes de la presunta asociación ilícita de Los Monos, retomó parte de sus dichos. "Vive en un barrio cerca de los Cantero, refiere haber recibido amenazas por parte de «Monchi» y otros integrantes de los Cantero, menciona con nombre a toda la familia («Guille», «Cele», «Monchi» Machuca y Ariel Cantero padre, y las hijas Joana, «Chuqui» y Mariana Cantero), da cuenta que han echado a personas de sus casas porque no los dejaban en paz".

La mujer dijo que antes de la construcción del casino, en esos terrenos había ranchitos, pero que antes de que la Municipalidad fuera a censar a sus ocupantes para reubicarlos en nuevas viviendas, los soldaditos de los Cantero despojaban a los vecinos de sus casas. "En el barrio nuevo son todos de la monada. Como echaron a todos los que tenían los ranchitos, ellos se quedaron con las casitas donde reubicaban a la gente".

Además, la mujer había relacionado a "Casquito", el asesino de su hijo, al clan de barrio Las Flores. Pero ayer se desdijo de gran parte de sus declaraciones previas. "Parte de la declaración sí es cierta. Después yo no involucre a nadie", dijo ayer tras negar saber qué había ocurrido con los terrenos del casino.

"Hay cosas que no recuerdo. Fue hace casi diez años", dijo Nancy G. al ser consultada por su declaración. Al igual que su madre, le exhibieron actas para que refrescara su memoria, pero no negó los datos que leyó. Dijo que, por lo que se decía en el barrio, "Casquito" era soldadito de los Cantero; y que cuando les balearon la casa habían recibido amenazas para que abandonaran las casas en la que vivían su madre, su padre y sus hermanos, y la que habitaba ella con su ex marido.

"Cuando fue la balacera llamé al 911 y vinieron de la subcomisaría 19ª. Me preguntaron si estaba segura de lo que estaba por hacer porque estaba denunciando a gente muy pesada. Por eso fui a Tribunales", detalló. "Declaré que el que nos había baleado era Mena, que se juntaba con el Cantero fallecido (Claudio)".

Los hermanos

En el inicio de la jornada declararon dos hermanos de la asesinada adolescente Lourdes Canteros. El testimonio de Nicolás Alejandro estaba previsto para el jueves, pero finalmente declaró ayer tras ser traído desde la cárcel de Devoto, adonde hace dos años purga una condena por narcotráfico impuesta por el juzgado Federal 4 de Rosario.

El 15 de mayo de 2013, Nicolás vivía con sus hermanos en la casa de Conscripto Bernardi 6374 en la cual Lourdes fue asesinada de un disparo durante un ataque a tiros contra la vivienda. La casa se dividía en dos: adelante vivían Lourdes, Nadia y Agustín; atrás Nicolás y su pareja.

"El 15 de mayo de 2013 estábamos acostados atrás y se escucharon disparos. Un montón, no sé cuántos. Salí a ver qué había pasado, fui a la casa de mis hermanos y me encontré a mi hermana tirada en el piso. La quise alzar y se estaba muriendo. Mi hermana y un vecino la llevaron al médico y se murió. Eso no se olvida", relató Nicolás.

Recordó, después de que le exhibieran un acta, que después del tiroteo entregó algunos proyectiles a la policía. "Una semana después me fui de allí porque mis hermanos querían que me vaya porque supuestamente lo que había pasado era por mi culpa. Me involucraban con la venta de drogas. Por respeto a mi familia me fui y empecé mi vida en otro lado con mi mujer y mis hijos".

Consultado sobre si los Cantero estuvieron relacionados con el ataque, Nicolás dijo desconocerlo: "Me involucran con gente que no tengo nada que ver. No tengo nada que decir", sostuvo.

Otro de los hermanos de Lourdes que declaró fue Agustín, citado por la defensa y quien estaba con la chica al momento del ataque. Sólo dijo que no recordaba si su hermano tenía problemas con alguien del barrio.

Fuente: Sin Mordaza – LC

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