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Segunda jornada del juicio por la muerte de «Pajarito» Quinteros

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15-08-2017 | JUDICIALES | SANTA FE
Segunda jornada del juicio por la muerte de "Pajarito" Quinteros

Esta mañana se desarrolló la segunda jornada del juicio oral y público que juzga a un joven de 20 años por la muerte de un custodio que en marzo de 2015 fue asesinado por un ladrón en Blas Parera y Pasaje Cayastá.

Esta mañana culminó el paso de testigos de actuación –funcionarios policiales del área pericial– para dar paso a civiles que estuvieron presentes en Blas Parera y Pasaje Cayastá, en la tarde noche del 11 de marzo del 2015.

Quien tuvo la palabra fue la empleada de la panadería Imperial –identificada como Y. E. N.–, la cual indicó que aquella tarde y a punta de pistola, un sujeto irrumpió en el comercio y exigió que le entreguen el dinero que había en caja registradora.

"Dame la plata, ponela en una bolsita", contó la mujer sobre lo que le dijo el ladrón que luego se convirtió en un homicida. Según la testigo citada por Fiscalía, Quinteros –quien oficiaba como cuidador de la panadería– fue obligado por el maleante a arrodillarse y luego levantar las manos.

Seguidamente y luego de tener en su poder los $300 que se encontraban en la caja, el hampón huyó con una motocicleta que se encontraba estacionada afuera del local comercial de Pasaje Cayastá.

"Yo le dije: «Leo ya está». Luego salí del negocio, vi un tumulto de gente y lo vi a él –por Quinteros– tirado en la vereda", narró la mujer que había sido la primera víctima del delincuente.

Por último, describió al ladrón que había llegado a la panadería como un joven morocho y pelo corto. Posteriormente y para tener mayor veracidad de prueba, la mujer ratificó lo que dijo en la rueda de reconocimiento apenas sucedido el crimen donde reconoció a Carabajal como el autor de aquel robo.

Al testimonio de la empleada panaderil, se sumó el del perito balístico que oficiaba en ese entonces en la Policía Científica de la Unidad Regional I, Facundo J., el cual destacó que el arma secuestrada –un revólver calibre 32 largo con seis municiones– a Carabajal aquella tarde se encontraba apta para el disparo.

En tanto, sostuvo que luego de los peritajes realizados al revólver y al proyectil extraído de la zona craneal de la víctima, puede existir un grado de vínculo de un cincuenta por ciento aproximadamente.

Fuente: Uno – Sin Mordaza

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