Prendió fuego a su pareja y se fue

07-10-2016 | JUDICIALES | A JUICIO
Prendió fuego a su pareja y se fue

Ningún accidente. La jueza Alejandra Rodenas procesó a un hombre que en 2013 roció con nafta y prendió fuego a su mujer. Detenido en febrero pasado, estuvo casi tres años prófugo. La víctima lo había denunciado siete veces con anterioridad. Para la magistrada el hombre actuó, en principio, "con intención". Ahora deberá probarse en juicio.

Rodenas explicó que procesó a Luciano T. por intento de femicidio dado el contexto de violencia que sufría la víctima y apuntó a ciertas deudas del sistema judicial para con las mujeres.

La jueza prefirió no calificarlo de machista pero sí habló de "velos ideológicos que persisten" y de "miradas simplificatorias" que ponen las culpas en las víctimas u ocultan las agresiones en "accidentes".

"En este caso había una historia controversial -reanudó- una mujer que había comparecido siete veces a la justicia y siete veces le habían archivado la causa; es decir que había alguien que sufría violencia y que iba in crescendo".

El día del ataque, Silvana y su marido, con quien tenía dos hijos, habían discutido por la hija mayor de la mujer, fruto de una relación anterior. Era 1º de enero de 2013 y estaban en su casa de Roldán. Silvana terminó prendida fuego; Luciano le roció el brazo y la pierna izquierda con nafta para luego prenderle fuego e irse con los dos hijos del matrimonio. La mujer fue asistida por sus vecinos e internada en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez con graves quemaduras. Allí permaneció durante un período prolongado, donde se le practicaron varios injertos.

"Con Luciano hubo hechos de violencia, porque él consume drogas -contó Silvana -. Los dos primeros años de la relación estaba bien, pero cuando nació el más chico volvió a consumir. Siempre que yo me daba cuenta que estaba drogado se ponía violento. Me gritaba, me insultaba y me ha pegado. Yo lo denuncié".

Ese mediodía del 1º de enero, Silvana había almorzado con su vecina y cuando regresó a su casa notó que su cartera estaba en lugar distinto al que la había dejado.

"Me faltaban cien pesos y le pregunté a Luciano si los había sacado. Me gritó que él no necesitaba mi plata, ni la plata de la mugrienta de mi hija (por los cien pesos que le dio la noche anterior el padre de la nena). Ahí empezó a tirar toda la ropa de mi hija por la ventana. `Que se vaya esta pendeja de mierda a vivir con el padre; acá no la quiero, es una puta', me gritaba. Fui a buscar la ropa al frente de la casa y él me la pateaba. Le dije que no se confundiera porque yo tenía tres hijos, que no la iba a echar a la nena. Me agarró de los pelos y me pegó. Agarró la bolsa que yo había entrado con toda la ropa y me dijo que la iba a quemar. En el frente de la casa, agarró un bidón de nafta, lo abrió y me dijo 'Te voy a quemar', y roció la bolsa y me roció el brazo y la pierna izquierda. Cuando me quise correr sentí que me prendía y me vi toda la pierna y la mano con fuego; también un mechón de pelo. Me empecé a sacudir y me caí. Luciano seguía tirando ropa al fuego. Ahí llegó mi vecina y llamó a la ambulancia. El agarró a los chicos, se los llevó a la vecina de enfrente y se fue".

Fuente: R3-SM