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Los aumentos que se vienen en 2018: transporte, combustible, electricidad, gas y agua

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El 2018 se presentará complicado para los usuarios una vez más, ya que las tarifas comenzarían a aumentar desde enero próximo. En primer lugar, podría registrarse un aumento en el precio de los combustibles liderado por YPF. Luego en febrero llegaría una suba de entre un 50 y 100% en la tarifa de colectivos y trenes por la reducción de subsidios, aunque todavía no está resuelta. Además, en ese mes también habrá subas en las tarifas de gas y luz y en abril una probable suba de la tarifa de agua de AYSA.

La lista de aumentos continuará debido a que la mayoría de las tarifas de servicios públicos privatizados comenzarán a subir en función del incremento de la tasa de inflación, de acuerdo a lo informado por el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne en el Parlamento cuando presentó los lineamientos del Proyecto de Presupuesto 2018.

Transporte público de pasajeros

(Adrián Escandar)

La gran duda es cuando se concretará el aumento en el precio de los pasajes de colectivos y trenes. Esto se relaciona con la reducción de subsidios al transporte que encaró el gobierno de Cambiemos desde el 2016. Según pudo saber Infobae, los aumentos serían a partir de febrero.

En las principales empresas de colectivos de corta distancia se habla de una suba de 6 a 12 pesos en enero que el Gobierno desmiente. Desde el oficialismo afirman que se estudia una suba de 6 a 8 pesos durante el primer semestre para llegar a una tarifa de 12 pesos al final del 2018. Por lo tanto, de confirmarse esos valores la suba del boleto de colectivo para la zona del AMBA -conformada por la Ciudad de Buenos Aires y 40 municipios de la Provincia- sería del 100 por ciento en todo el año próximo.

De todos modos hay dudas, ya que desde otras aéreas del Gobierno relacionadas con los números fiscales quieren una suba de 6 a 12 pesos en enero. Es decir que el aumento sería del 100% en un solo mes. A propósito, fuentes del ministerio de Transporte a cargo de Guillermo Dietrich informaron a Infobae que "no habrá aumento en enero en la tarifa del AMBA y se estudia un futuro aumento por la reducción de subsidios".

También aclararon que no es posible hacer un aumento de 50 centavos por mes porque se deberían resetear todas las máquinas validadoras instaladas en unos 20.000 colectivos que funcionan en la zona del AMBA. Asimismo, fuentes de esa cartera confirmaron a este medio que se estudia instrumentar un llamado boleto polimodal que tendrá un descuento para aquella persona que tome más de un medio de transporte para llegar a su trabajo a lo largo de dos horas.

(Renato Segundo Saavedra)

"Por el momento la fecha del aumento no está decidida ni tampoco el porcentaje, esa cuestión aún no está resuelta y no será a partir de enero" afirmó a Infobae la fuente consultada. En ese plan también habría una corrección en los valores de las líneas de trenes, que están altamente subsidiados. "Seguimos con la evaluación de cómo hacer sustentable el sistema, de cómo bajar costos y de cómo hacerlo cuidando a los que menos tienen, reforzando la tarifa social como viene siendo hasta ahora y con la implementación de un boleto integrado, es decir, un sistema de descuentos para que los que más viajan, paguen menos" manifiestan desde el Gobierno.

Combustibles

Camiones de YPF (NA)

Los principales referentes del mercado estiman que es probable que a partir del 1 de enero próximo el precio de los combustibles líquidos podría aumentar hasta un 5%.

La estatal YPF sería la primera y luego las seguiría el resto. Los precios que rigen desde el 1 de diciembre en las estaciones de servicio son para la nafta súper $22,66; nafta premium o Infinia $26,15; diesel $19,99 y diesel premium $23,18. En el interior del país –como en la provincia de Salta– el valor de la nafta premium ya pasó la barrera de los 29 pesos.

En la medida que el precio internacional suba, el precio local va a aumentar porque el mercado está totalmente liberado desde octubre pasado

Sobre esos valores podría haber un aumento que no superaría el 5% a principios de este año. Las empresas YPF y Shell, que representan el 75% del mercado local de combustibles en el segmento minorista, incrementaron desde principios de este mes un 6% los valores de las naftas y el gasoil, a raíz del aumento del precio internacional del crudo y del reacomodamiento de valores de los biocombustibles.

"En la medida que el precio internacional suba, el precio local va a aumentar porque el mercado está totalmente liberado desde octubre pasado", recordó a Infobae una fuente cercana a una de las principales petroleras extranjeras que operan en el país.

De acuerdo con la visión de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina, el país tiene "el segundo combustible más caro de Latinoamérica", detrás de Uruguay. A ese dato se debe sumar que desde que se liberó el precio en octubre pasado el precio del barril de petróleo en el mercado internacional no ha dejado de subir.

Durante 2017 el litro de nafta súper aumentó un 32,6%, el de premium un 35,5 por ciento, el gasoil un 28,6% y el diesel de más calidad un 29,8%. Los datos surgen de la comparación de precios de los combustibles de YPF en Capital Federal vigentes el 1 de enero de este año y los que se aplican desde el 1 de diciembre.

Electricidad

Las tarifas de electricidad volverán a aumentar para todo el país a partir del 1 de febrero un 24% en promedio. Con un aumento en dos tramos, la propuesta oficial presentada en noviembre pasado fue de una suba promedio del 77% entre diciembre de 2017 y febrero de 2018, según surgió de la audiencia pública del Ente Nacional Regulador de Electricidad (ENRE), en la Ciudad de Buenos Aires.

La suba fue del 43% promedio en diciembre, mientras que en febrero aumentará un 24 %. Con respecto a la tarifa de luz, el Estado es el encargado de regular la distribución en Capital y Gran Buenos Aires, que está concentrada en las empresas Edenor y Edesur. Para estos consumidores -tanto residenciales como comercios- en la audiencia pública se determinaron la suba realizada en diciembre y otra en febrero de 2018. Entre ambas acumularán una suba en promedio del 70 por ciento para los residenciales. Un hogar que consume hasta 150 kWh/mes que pagaba $156, pasó a pagar unos $65 más en diciembre y pagará unos $40 más en febrero, lo que suma un total de $261 de factura final. Esto equivale a un aumento del 67,3% para esta categoría de consumidor.

Para el segundo tipo de hogar, entre 150 y 300 kWh/mes, la factura pasará de los $309 a $514 en febrero de 2018, un salto del 66 por ciento. El tercer nivel -de 300 a 600 kWh cada mes- tendrá una suba del 58%, al pasar de $867 a $1375 mensuales.

El promedio se eleva al 70% de suba en dos etapas por los grandes consumidores dentro de los residenciales, donde entran algunos pequeños comerciantes y pymes que consumen entre 600 y 900 kWh por mes. Hoy pagan un promedio de $ 2300 y pagarán $670 más en febrero. Esto equivale a una suba del 100% en tres meses. "Los grandes usuarios pagarán el costo pleno de la energía que reciben, y los residenciales estarán subsidiados en un 18% en el curso de 2018", especificó en la última Audiencia Pública el ministro de Energía Juan José Aranguren, en referencia a los subsidios económicos que el Gobierno decidió mantener durante el próximo año y busca levantar el año siguiente. A partir de allí, los aumentos serán por inflación gatillo -cuando sea superior al 5%- y por eficiencia, que en ese caso estará medida por la evolución de costos de las empresas y por la cantidad de usuarios.

Gas

(IStock)

La tarifa de gas aumentaría un 15 % partir de febrero. Ese servicio aumentó un 58% en diciembre pero habría otro incremento, de acuerdo a lo que pudo saber Infobae.

La mayor suba fue para los residenciales de Capital y Gran Buenos Aires, que recibían una mayor proporción de subsidios económicos. También hay subas para los comercios. Un usuario de Metrogas, de categoria R1 pasó a pagar unos $127 a $201 por mes sin impuestos, de acuerdo con la presentación que realizó el ministro de Energía y Minería en esa audiencia. El aumento promedio para un usuario fue del 45% a nivel nacional, y los niveles de menor consumo son los que más suba tendrán en esta oportunidad, ya que recibían hasta ahora un mayor subsidio.

Los precios de las garrafas también van a aumentar en el 2018. En diciembre, la de 10 kilos pasará de $135 a $185, una suba del 37 por ciento en un solo tramo. El precio de la garrafa del Programa Hogar hoy es de $20, y pasará a costar 39 pesos. Hoy hay unos 2,7 millones de beneficiarios de este programa, pero los comerciantes no suelen respetar esos precios. De todos modos, aara el 2018 todavía no está determinada la suba porque el Gobierno deberá analizar cómo evolucionará el costo de la garrafa social de ese programa.

AySA

canilla

El aumento sería a partir del 1 de abril pero el Gobierno todavía no tiene decidida la suba, que podría rondar entre un 25 a un 30%. Desde el 1° de noviembre, se paga un cargo fijo de $87 más impuestos y cargos variables.

Los residenciales sin medidor siguen abonando lo mismo. "La decisión de mantener los precios del servicio que cobra AySA por lo menos hasta diciembre y durante los primeros meses de 2018 tiene que ver con la necesidad de acomodar antes los valores Edenor, Edesur y Metrogas", argumentaron fuentes del Gobierno a Infobae. También se basa en la diferencia de facturación que existe entre los tres servicios. Mientras la luz y el gas se pagan por consumo, en el caso del agua se tienen en cuenta los metros cuadrados o la superficie. "Por ese motivo AySA comenzó un proceso de cambio en su modalidad de facturación orientada al consumo" pero que, según fuentes de la compañía, no representará incrementos tarifarios ni tampoco mayores ingresos para la firma.

El cambio será para los clientes de AySA que tengan medidor en sus hogares. Se trata del 14% de los clientes de la compañía concesionaria de los servicios públicos de agua potable y recolección de desagües cloacales para la Ciudad de Buenos Aires y 25 partidos del conurbano bonaerense. En total, hoy AySA tiene un total de 3 millones de clientes de los cuales 2,5 millones son residenciales.

Hay unos 341.000 usuarios que han comenzado a pagar por lo que consumen y no por los metros cuadrados de su vivienda. Explican también desde la empresa que los cambios buscan incentivar el uso responsable del agua, empoderar al usuario, dándole la posibilidad de pagar por lo que consume y transparentar la factura al desaparecer toda referencia a la superficie cubierta y características del inmueble.

En el caso de los clientes no residenciales, que son 100.000, la modificación ya se aplicó en mayo pasado. Es decir que el cobro de los servicios prestados por AySA tendrá dos regímenes de facturación: el medido y el no medido o por superficie. Para quienes no puedan abonar la tarifa, ya existe un programa de tarifa social que se focaliza en los subsidios de aquellos clientes que lo necesiten. En este sentido, la tarifa social mínima que establece el programa es de $52 por servicio y por mes. No hay un cupo en cuanto a la cantidad de gente que podrá ingresar a a tarifa social ya que todos los que califiquen podrán obtenerla. En los casos extremos, la gente es liberada de la obligación de pago y sigue recibiendo los servicios. En la actualidad, este programa de tarifa social beneficia a 250.000 hogares. El 5% de este universo, corresponde al denominado "Caso Social" y está eximido del pago de las facturas.

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