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Forcejeó y zafó del ladrón, que prometió volver

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09-11-2016 | POLICIALES | QUEDÓ FILMADO
Forcejeó y zafó del ladrón, que prometió volver

La dueña del local rosarino entró cuando el ladrón ya había reducido a sus empleados. Quiso hacer lo mismo con ella, que consiguió escapar tras una disputa cuerpo a cuerpo.

Foto ilustrativaFoto ilustrativa

El video muestra un supuesto cliente de un local de ropa. Pero no. Es un ladrón y la dueña, que supone que sus empleados están atados arriba, hace lo que puede para salir y avisar de la situación. Después de un forcejeo intenso, consigue hacerlo. El ladrón sale tras ella. Luego, ya fuera de la vista de la cámara, custodios de una agencia de viajes lo reducen y los vecinos lo retienen. Unos quince minutos después llega la policía, lo esposan y se lo llevan. El ladrón deja una advertencia: "Mañana salgo y vuelvo a robar". Los uniformados asienten, dicen que no va a estar detenido demasiado tiempo.

De hecho, según contó la propia comerciante ya se había visto el video antes descripto-, el hombre que quiso robar en su negocio de Paraguay al 800 estaba en libertad condicional. Y no tenía armas -ella se asustó cuando en un momento se metió la mano en un bolsillo, pero lo que llevaba allí eran cordones de todo tipo para atar a sus víctimas- porque sabe que eso hubiera agravado su situación en caso de que, como pasó, fuera detenido.

El hombre ingresó al local justo en el momento en el que la dueña hizo salir a dos empleados para buscar unas cajas con mercadería de su auto, que estaba en al cochera. En el negocio había quedado una empleada, que fue reducida y llevada a la planta alta.

La dueña, siempre según su propio relato, entró luego con uno de los empleados. Ella se quedó abajo y ya olió algo raro por la ausencia de la chica que se había quedado a realizar la atención al público. El empleado subió con las cajas.

La comerciante imaginó que también la empleada estaba arriba y los llamó para que bajaran los dos. Le respondió la empleada, que le dijo que subiera ella. No lo hizo. Entonces, el que bajó fue el ladrón, que pretendía que la dueña subiera, para atarla y poder actuar con tranquilidad.

Se produjo entonces un intenso forcejeo, que terminó con la comerciante saliendo del salón de manera accidentada, el intento de huida del ladrón y su posterior detención por parte de custodios privados y vecinos.

La comerciante explicó que no era su idea resistir, pero que imaginó a sus empleados atados arriba y que pensó que tenía que buscar la manera de salir. Y que si el delincuente le hubiera dicho que era un asalto le hubiese dado todo. "Pero lo que hizo fue agarrarme del cuello, de los pelos, para hacerme subir", explicó.

También contó que tuvo miedo cuando el hombre de metió la mano en el bolsillo y que por eso le manoteó el brazo en ese momento.

Pero el ladrón no estaba armado, aunque sí tenía cordones de todo tipo para atar a sus víctimas.

La mujer también relató que el propio comisario de la seccional segunda le dijo que para este tipo de personas robar es como "un trabajo". Por eso le dijo que iba a salir e iva a volver a hacerlo.

De hecho, averiguó que estaba en libertad condicional y que no sale a robar con armas porque sabe que eso puede agravar su situación judicial en caso de ser detenido.

Fuente: r3-sm

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