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Fiesta en el banderazo de Newell’s

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El fútbol es mucho más que once jugadores y la pelota, trasciende a la dirigencia y al comentario periodístico. El fútbol no puede vivir en un colosal estadio, pero vacío. El fútbol es fútbol porque vibra en el corazón de la persona.

El fútbol está allí donde hay un sentimiento hecho color y camiseta, el fútbol vive en ese padre que va caminando tomado de la mano con su hijo rumbo al estadio, o en los amigos que van cantando dando rienda suelta al amor por el equipo. El fútbol es la familia reunida frente a la pantalla y enlazada por el mismo sentimiento.

El fútbol es alegría y es tristeza, es emoción sublimada, es esperanza y un apasionante oasis en medio del desierto que a veces es la vida.

El fútbol es el rito, como el ya legendario banderazo, que inauguró hace ya tiempo, una hinchada enamorada. Banderas rojinegras, luces, fuegos y el grito de aliento que brota de miles de corazones apasionados.

En la noche de este lunes, en El Coloso del Parque Independencia, sucumbió cualquier adversidad, cayó vencida por las banderas y los cantos, por el aliento y la esperanza de la lepra.

Como siempre, el ojo y la lente de Juan José “Tatín” García captaron el momento y lo hicieron obra de arte.

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