Provinciales

«Estamos con la máquina en marcha»

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11-12-2016 | POLITICA | MIGUEL LIFSCHITZ
"Estamos con la máquina en marcha"

El gobernador habla de la provincia con orgullo y sostiene que 2017 será mejor también para el país. Advierte que para combatir la inseguridad, jueces y fiscales necesitan más herramientas legales.

—El presidente aceptó calificarse en su primer año de gobierno. ¿Usted haría lo mismo?

—No, no me gusta ponerme notas. En todo caso eso lo debe hacer la gente, los medios de comunicación. Tiene que ser una mirada externa, objetiva, la autoevaluación nunca es buena. A algunos les parecerá mucho, a otros les parecerá poco. Por otro lado, ahora que el presidente se puso nota ya me condiciona. No me pondría poner menos y ponerme más sería quedar mal con el presidente, prefiero no hacer esa evaluación.

—¿Y una nota de concepto?

—Estoy conforme con la gestión y con la provincia. A la provincia sí le pondría una muy buena nota, porque en un país en recesión -que va a cerrar el año con 2,5 ó 2,7 % de caída del PBI- Santa Fe y Córdoba, pero especialmente Santa Fe, son las provincias que más han crecido, salieron de esa realidad recesiva. En un país donde ha caído el empleo, Santa Fe se mantiene; en un país donde ha caído la construcción tanto la pública como la provincial, Santa Fe ha mantenido la obra privada e incrementado la pública. Los datos son alentadores. Eso no significa ignorar los problemas que existen en algunos sectores industriales, en economías regionales, la situación social, pero tenemos una provincia con buenas condiciones para que el año próximo sea mejor que éste.

En términos de gestión, estoy conforme, porque hemos puesto en marcha la totalidad de las iniciativas que nos habíamos propuesto. En algunos casos hemos hecho más de lo que pensábamos, en otros algo menos. El equipo de gobierno está consolidado, no hemos tenido ruidos ni conflictos dentro del equipo. Los cambios que se han hecho han sido menores, en segundas o terceras líneas. En lo legislativo, hemos andado bien también. No hemos tenido traspiés; al contrario se han aprobado proyectos importantes y seguramente en Extraordinarias se aprobarán otros importantes. Tengo un balance favorable.

—Cómo viene 2017… ¿qué puede esperar el ciudadano santafesino?

—Tengo un mensaje muy optimista. Y cuando lo transmito parece que soy un dirigente demasiado oficialista. Escucho miradas muy apocalípticas sobre la realidad argentina según el lugar en que cada uno esté ubicado. Más allá de las diferencias que tengo con la política económica y con el propio proyecto oficial, sí creo que el año próximo será mejor que éste y muy especialmente en la provincia de Santa Fe, por la obra pública, por el impacto del campo, porque creo que habrá reactivación en algunos sectores de la industria. De hecho, ya se está viendo.

Todo esto va a movilizar la economía, por lo menos en una provincia como la nuestra. La obra pública se va a sentir muy fuerte. Tenemos en marcha el Plan del Norte, el Acuerdo Capital, las obras en Rosario, el Abre Familia, que hemos lanzado para Santa Fe, Rosario y las áreas aledañas y que tendrá alto impacto en los barrios más vulnerables, las políticas productivas. Estamos con la máquina en marcha, estamos en la ruta y si el contexto nos ayuda un poquito, vamos a levantar velocidad el año próximo.

—Bueno, un optimista en pleno diciembre.

—Es que veo a la gente en Santa Fe con buen ánimo, a pesar de las dificultades, de los problemas que todos conocemos y que de alguna manera compartimos con organizaciones sociales, con sectores populares más vulnerables, pero aun así veo que hay voluntad, pre disposición, expectativa de mejorar. No sé si se debe a los discursos de la política o a la necesidad de la gente de encontrar una salida hacia adelante. Ese ánimo que uno advierte es positivo.

En mis años de gestión pública me han tocado los tiempos de gente con brazos caídos y de pesimismo, de negativismo, y es muy difícil salir de eso. En cambio, uno ve hoy otra situación y apuesta a potenciar un clima positivo en la provincia para el año que viene.

—Hubo algún ruido con el presidente Macri, pero terminaron en buena relación.

—La verdad es que nunca tuve una relación personal con Macri previa a que ambos asumiéramos nuestras funciones. Nos habíamos cruzado en alguna oportunidad, pero nunca una charla personal, una relación personal, cosa que sí tengo con muchos de sus colaboradores, como Gabriela Michetti, Esteban Bullrich, Rogelio Frigerio, a quienes conocía desde hace tiempo. Los primeros meses de gestión, la relación fue fría porque nunca la habíamos construido en lo personal y había elementos que hacían ruido o que hicieron ruido. Hay intermediarios que van y vienen, trayendo información y generan alguna dificultad en la comunicación, pero a partir de la reunión que le pedí en su momento cuando estábamos con el tema seguridad, nos permitió acordar criterios sobre seguridad que son muy positivos y que están funcionando bien y que hemos ido monitoreando y luego otras reuniones más distendidas y con agenda más abierta. Esa relación personal más allá de lo político, ayuda a generar otro tipo de vínculo. Lo valoro positivo, porque entiendo uno puede tener diferencias en lo político, pero se pueden expresar en un marco de respeto, cordialidad y buena relación entre las personas. Siempre ha sido un tipo de diálogo y la misma relación la tengo con presidentes de comuna e intendentes de todos los partidos; legisladores, eso hace a una buena institucionalidad del país.

—En el plano económico, con la gestión de Macri queda por resolver los fondos adeudados por Nación. ¿Van a cambiar de estrategia?

—Si queremos una solución en el corto y mediano plazo tiene que ser una negociación acordada, un acuerdo donde las dos partes tengamos la voluntad de resolverlo. Ir a la Corte nuevamente como lo ha hecho San Luis puede ser una opción, pero es probable que eso nos lleve varios años más para ponernos de acuerdo en el monto y luego en la forma de pago. Son dos cosas a acordar: cómo actualizar la deuda y luego la forma de pago. Apostamos al diálogo porque siempre funcionarios de la Nación nos manifestaron que hay voluntad para encontrar alguna salida que obviamente no comprometiera en sus finanzas al gobierno -hay que tener en cuenta que lo que haga con Santa Fe a la corta o a la largo lo debe hacer con otras provincias- pero que nos diera una respuesta a esta demanda. Tenemos el compromiso del ministro de Interior de resolverlo antes de fin de año, vamos a ver si se logra. Es el plazo que nos hemos propuesto.

—¿La discusión pendiente sobre la Caja?

—Está en el mismo término. Estuve la semana pasada con el ministro Frigerio y conversamos los demás temas. Está el compromiso de resolverlo antes de fin de año. Está bastante cerrado el tema Caja, espero suscribirlo antes de fin año.

—¿Será 2017 el gran año de la obra pública concretada?

—Este año en ejecución de obra pública vamos a tener una ejecución cercana a las dos veces y media del año anterior. Espero que el año próximo sea más importante.

—¿La Nación aportó lo que dice… o son anuncios? Los diputados del PRO muestran planillas con $ 5.600 millones.

—No tengo esa información. Tenía información de lo que es inversión en obra pública que estaba en $ 1.800, 1.900 millones. Obviamente que hay otros tipos de aportes, Fonid, Salud, etc., que se hacen a todas las provincias, y tal vez sumando todo eso estemos en esas cifras.

Lo que nos ha planteado el presidente, la última vez que estuvo en Santa Fe, es que tienen prevista una inversión de 48 mil millones de obra pública en Santa Fe para los cuatro años, que buena parte será con el régimen de inversión privada (PPP). Confiamos en la palabra del presidente y esperemos que se pueda cumplir. No es fácil ejecutar aun con los recursos, esa magnitud.

En lo que va del año, hemos tenido un avance interesante en la Ruta 34, que venía de antes. En la Circunvalación de Rosario, algo de la Ruta 19. Esperamos que sí lo haya el año próximo. Está empezando algo de vivienda en Santa Fe y Rosario. También siguen las obras del Belgrano Cargas, del gasoducto del noreste. Las obras que venían de antes todas han continuado.

Inseguridad y garantismo

—El tema Ganón… ¿cómo está para el Poder Ejecutivo?

—Está resuelto por lo que ha dispuesto la Legislatura.

—¿Ha tenido algún reclamo internacional la provincia?

—Sobre Ganón, no.

—Llama la atención que a pesar de lo resuelto por la Legislatura, sigue en su oficina, en plena actividad.

—Es una situación institucional que no tiene antecedentes en la provincia, pero tendrán que actuar los órganos que correspondan. El Poder Ejecutivo ha hecho un decreto en función de la resolución de la Legislatura y hemos comunicado al Defensor, la Corte también había hecho lo propio. Ahora habrá que ver cómo se da la situación a futuro.

—El concurso más importante que abrió el Ejecutivo es el del futuro fiscal general, los fiscales regionales y el defensor general que reemplazará a Ganón. ¿Hay un perfil definido para esos cargos?

—Me enteré por los diarios de quiénes se postularon. Está claro que el fiscal general y los regionales tienen que tener no solamente un perfil jurídico sólido en la temática, en la especialidad, sino que sería deseable que tengan experiencia en el sistema penal y que tengan capacidad de gestión y liderazgo.

No sólo hay una tarea jurídica que llevar adelante, sino también hay que gestionar, hay que coordinar, hay que conducir al conjunto de los fiscales, bajar línea, dar instrucciones, promover los procesos penales, establecer prioridades. Es una función clave en el nuevo sistema penal la del fiscal general. Vamos a esperar el dictamen de los jurados y dentro del acotado margen de discrecionalidad que tiene el gobernador trataremos de elegir a quien mejor reúna esas condiciones. En relación a la Defensa un poco en los mismos términos. En ambos casos, creemos que tienen que ser funcionarios comprometidos con el sistema judicial, con el penal y que apuesten a fortalecerlo y hacerlo funcionar de la manera más eficaz posible.

—Ud. planteó una reforma de fondo para el trabajo de fiscales y policías. Hay media sanción del Senado, está en Diputados y se termina el año…

—Vamos a pedir un envión en Extraordinarias. El tema fue incluido en el primer paquete de temas, ahora vamos a ampliarlo, pero tenemos el compromiso de legisladores de activarlo, espero que podamos cumplirlo.

Es importante, hay un conjunto de modificaciones que no son caprichosas, que fueron surgiendo al calor de las propias observaciones que surgieron de fiscales regionales y del general, que fueron recogiendo los legisladores, que se tradujo en el proyecto que aprobó el Senado y es probable que haya cambios en Diputados, pero creo que el resultado final será un avance, será superador y por eso vamos a lograr que se apruebe en Extraordinarias antes de fin de año.

—¿Usted también está enojado con lo que algunos senadores llaman garantismo?

—No creo que sea una cuestión de garantismo sí o garantismo no. Nadie puede estar en contra del garantismo en términos de defensa de los derechos humanos, de los derechos individuales, de garantía del debido proceso y de todo lo que la legislación moderna del mundo ha avanzado en todos estos años. El tema es cómo al mismo tiempo en que respetamos estas garantías, somos eficientes y eficaces para administrar la justicia. Esto no puede representar de ninguna manera la impunidad, el aprovechamiento de los vericuetos del sistema judicial por parte de algunos delincuentes o abogados penalistas, que se especializan en esto para lograr impunidad en personas que han cometido delitos en forma reiterada, de suma gravedad en otros. Se trata de encontrar un equilibrio y las reformas propuestas apuntan a esa dirección.

Comicios y practicidad

El gobernador negó que tenga decidido si los comicios santafesinos serán unificados con los de la Nación. Ante una pregunta, relató qué le dijo al ministro de Interior, Rogelio Frigerio, que “hay más argumentos hoy para hacerlas juntas que separadas”, pero también “que queremos llegar a un acuerdo dentro del Frente Progresista” y que “si había una posición muy terminante dentro del Frente, probablemente termináramos haciéndolas separadas, porque no íbamos a poner en peligro el Frente”.

“Le dije -siguió- que no por una cuestión de especulación política (no sé a esta altura si me conviene o no separadas o unificadas), pero por una cuestión de practicidad me inclino más por la simultaneidad. Y me dijo que es lo mismo que piensa el presidente”. El tema se resuelve antes de fin de año.

Preguntas incómodas

—¿Los miembros del gabinete que deseen participar de la próxima elección activamente van a seguir en el gobierno?

—Creo que no hay ninguna incompatibilidad, somos un gobierno frentista, hay seis ministros radicales y ese compromiso, esa coalición de gobierno, va a durar cuatro años, salvo que alguien se quiera ir, no por decisión mía.

—En este año hubo dos cruces fuertes con el vicegobernador Carlos Fascendini.

—No fueron cruces, fueron diferencias de matices, en alguna expresión o de oportunidad en el tema del acuerdo salarial de fin de año; pero con Carlos tengo una buena relación, afinidad, pero a veces alguna expresión que en otros funcionarios no tendría la mínima incidencia, dichas por él nos genera algún ruido, pero nada importante.

—Hace un año, usted decía que los cargos políticos del gobierno iban a bajar un 30 %. ¿Lo pudo hacer?

—Voy a sacar la cuenta, pero hemos bajado bastante.

—La UCR exige comicios desdoblados… Debe ser difícil a un mismo tiempo elogiar a Cambiemos y al Frente, mientras el PS es opositor a Macri.

—Me parece que eso se va a dar igual: con elecciones unificadas o separadas, porque no son años distintos. Habría un mes o poco más de diferencia entre una y otra si se desdoblan. La discusión se dará igual, no veo cambios muy sustanciales entre una cosa y otra. No veo por qué el proceso electoral tendría que ser distinto… Los sistemas electorales serán distintos. Una persona puede votar con boleta única al Frente Progresista y luego con boleta de papel elegir una u otra lista de diputados.

—Tampoco está claro el rol del socialismo a nivel nacional…

—No está definido, pero creo que habrá una gran diversidad provincial. Si bien son elecciones nacionales, se dan en los ámbitos provinciales, donde cada provincia tiene su propia realidad. En Mendoza no es Cambiemos, es Cambia Mendoza, que es una alianza local muy parecida al Frente Progresista, donde la lidera el radicalismo, está el socialismo y está el PRO que allí es mínimo. Cada provincia tendrá sus propias características.

—¿La elección va a trabar en 2017 la idea de reformar la Constitución?

—La reforma tiene que ser tema de la campaña electoral del año próximo, los candidatos a intendentes, a concejales, a diputados nacionales tendrán que expresarse sobre el tema autonomía, etc. Vamos a seguir adelante con ese proceso. No me pongo un plazo determinado, pero no descarto que sea 2017, y todo indicaría que 2018 sea lo más probable.

Fuente: SM – El Litoral

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