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El modus operandi de la banda de Alto Verde

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02-01-2017 | JUDICIALES | CASO VILLARROEL
El modus operandi de la banda de Alto Verde

Tras la resolución del pasado 26 de diciembre, un medio local accedió al expediente y en este artículo te cuenta los detalles del accionar de esta organización narco.

El pasado 26 de diciembre, el juez Francisco Miño procesó y dictó prisión preventiva a Sergio Villarroel, Débora Flores, Cristian Gamarra y José Luis González por la venta de estupefacientes en la ciudad de Santa Fe y alrededores. También, embargó bienes de los detenidos por 400 y 600 mil pesos. Aquí te mostramos los puntos claves para entender quiénes eran y cómo vivían del ílicito.

La investigación que tumbó al capo narco de Alto Verde y su banda se inició por una denuncia anónima al 0800 de Gendarmería Nacional que identificaba a tres presuntos kiosco de venta de droga, en diferentes puntos de esta capital.

El expediente del 29 de abril de 2014 fue remitido a la Fiscalía Federal N° 2 para su investigación. Cuando comenzaron las primeras diligencias investigativas no sólo se constató el domicilio del conocido "Zurdo" Villarroel en la manzana 1 de Alto Verde sino también se empezó a desentrañar una serie de acciones ilegales realizadas "con la supuesta protección de las personas que viven en la zona".

Por este motivo, el Ministerio Público Fiscal pidió la intervención a la Unidad Especial de Investigaciones y Procedimientos Judiciales de Gendarmería Nacional. Se realizaron intervenciones telefónicas (algunas escuchas directas) y otras medidas que permitieron corroborar la utilización aparente de una casaquinta en Rincón como depósito de la droga y se identificaron lugares de comercialización. En ese marco, hubo una serie de allanamientos en los que secuestraron droga, una importante suma de dinero, una balanza de precisión, cuatro autos, dos motovehículos y se detuvieron a cuatro personas.

Los detenidos en este megaoperativo fueron Sergio Norberto "el Zurdo" Villarroel quien asumiría el rol de organizador en el tráfico de sustancias ilícitas impartiéndoles órdenes a Débora Vanina Flores, Cristian Leonardo Gamarra y Luis Alberto "Cabezón" González evidenciando subordinación dentro de la organización. Ellos se dedicarían a comercializar la droga o transportarla para su posterior distribución. La mujer recibía instrucciones por parte de su pareja (Villarroel) y comercializaría los estupefacientes abasteciendo a vendedores de menor cuantía (entre ellos su propia madre y una hermana) y otra personas.

Los nombrados utilizarían comercios como pantallas para el narcomenudeo. Tal es el caso de Gamarra quien trabajaba con su mujer, su tía y una empleada de la pollería de Castelli 3600 allanada por las actividades delictivas. Se presume que el procesado cumplía el rol de comprar, almacenar, estirar, fraccionar, distribuir y vender utilizando incluso a su cuñado como delivery en Alto Verde y el resto de la ciudad. También constataron maniobras compatible con el tráfico de estupefacientes en tres viviendas medianeras al Alto Verde Cable.

Los elementos probatorios reunidos con las tareas investigas previas a los allanamientos, las intervenciones telefónicas y los efectos secuestrados concluyen que Villarroel y los otros imputados habrían coordinado el transporte de importantes cantidades de estupefacientes desde la Provincia de Formosa. Según el juez, "el hecho de que no hayan tenido en su poder gran cantidad de material estupefaciente en ocasión de practicarse sus requisas, no puede ser considerado a los fines de restar tipicidad a su accionar (…) se han reunido los elementos probatorios suficientes, claros, precisos y concordantes que acreditan su responsabilidad"

A Villarroel se lo procesó como "organizador de actividades de comercialización de estupefacientes en concurso real y comercio de estupefacientes agravado por la participación de tres ó más personas en forma organizada para cometer el hecho consignado". El juez Miño refiere a una estructura montada con recaudos. "Villarroel es muy cuidadoso en sus conversaciones utilizando diferentes números telefónicos por corto lapso de tiempo y códigos para referirse a sustancias estupefacientes con términos como pescado, arrollado, asadito, bizcochos, pollo, patitas, carne, lechoncito", afirma el magistrado en la resolución.

"Pueden percibirse conversaciones donde Villarroel aisla a otras personas el momento en que podrían llegar a su vivienda de Alto Verde teniendo en cuenta la presencia policial en la zona. También reflejan la amplitud de las conductas llevadas a cabo en relación al tráfico de droga por ejemplo al hacer referencia a la compra de carbón y soda cáustica, ésta última utilizada como precursor químico para la fabricación de cocaína. Además, hay una serie de conversaciones con una persona que estarían encargada de gestionar negocios de inmuebles, dinero en moneda extrajera y vehículos en que participaría Villarroel con una persona de Entre Ríos", agrega.

Por el lado de Flores, Gamarra y González fueron procesados como presuntos autores penalmente responsables del "comercio de estupefacientes en concurso real y tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravados por la intervención de tres o más personas en forma organizada. En el caso de ellos la Justicia trabó un embargo a sus bienes por la suma de 400 mil pesos, mientras que en el de Villarroel llega a 600 mil. El abogado defensor de los cuatro detenidos, Claudio Torres Del Sel apelará próximamente la resolución judicial.

Fuente: LT10 SM

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