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El abuelo de la nena intoxicada dice “siento dolor e impotencia”

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14-02-2018 | OTRAS LOCALIDADES | SIN MORDAZA TV
El abuelo de la nena intoxicada dice “siento dolor e impotencia”

Edelmiro Terreno es el abuelo de Ludmila, la pequeña de 2 años intoxicada con agroquímicos en Bernardo de Irigoyen. Confesó a Sin Mordaza que los vecinos no denuncian por miedo

Edelmiro Terreno
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Edelmiro Terreno durante la entrevista con Sin MordazaEdelmiro Terreno durante la entrevista con Sin Mordaza

El abuelo de la pequeña Ludmila, en medio de su dolor por el sufrimiento de nieta, habló con Sin Mordaza, contó que la empresa, que fumigó “con mochila en el límite de mi patio para que no crezca el pasto y así poder guardar la maquinaria”; “hace 20 años que está en el casco urbano de Bernardo de Irigoyen”.

Enseguida cuenta como comenzó el padecer de su pequeña nieta “se descomponía y la llevamos a Barrancas primero y después, el 11 de abril pasado, al Hospital de Niños Orlando Alassia de Santa Fe, donde estuvo internada por casi un mes”.

La empresa a la que se refiere Terreno es José Pagliaricci que tiene sus depósitos de agrotóxicos lindantes a la casa donde Edelmiro vive con su hijo y nieta.

Terreno confesó que él, por ser vicepresidente de Centro Ecológico del Paraná de Coronda, siempre sospechó que la niña se había intoxicado con agroquímicos.

“Yo quiero que saquen el veneno de ahí”

Es el desesperado pedido de Edelmiro Terreno que habla con Sin Mordaza, sentado en la puerta de su casa.

“El diagnostico daba otra cosa, pero los médicos me preguntaron que había cerca y nosotros sospechábamos porque ellos fumigaban aquí en contra de mi patio, estamos a 30 o 35 metros porque los patios lindan… ellos fumigaban con mochila el pasto, para no cortarlo y que no crezca más”, dice con un dolor antiguo, el abuelo Edelmiro.

Terreno agregó “en una oportunidad que la nena vino de estar internada yo fui a hablar con ellos y me dijeron que no era veneno, pero me reconocieron que era glifosato”.

Cabe señalar que Edelmiro Terreno, vive con su nieta Ludmila en un barrio de la pequeña localidad de Bernardo de Irigoyen, donde “se conocen todos”. Por eso, el abuelo se lamenta porque nadie de la empresa viene a preguntarle por su pequeña.

Terreno, por su actividad Centro Ecológico dice que los vecinos “no denuncian por miedo”. “Siempre está el miedo de hablar, ahí está el problema”, explica. Y añade “porque las autoridades no me ofrecen resultados estoy hablando con ustedes”. “Yo quiero que saquen el veneno de ahí”, sigue diciendo y vuelve a quejarse de la escandalosa lentitud de la justicia.

Por el hecho, la familia Terreno ya realizó una denuncia penal en la fiscalía del doctor Jorge Nessier. En tanto los médicos que atienden a Ludmila están alerta por la posibilidad de que padezca leucemia.

Fuente: Sin Mordaza

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