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Del Frade sobre los archivos desclasificados de la Iglesia

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26-10-2016 | POLITICA | ÚLTIMA DICTADURA MILITAR
Del Frade sobre los archivos desclasificados de la Iglesia

El diputado provincial por el Frente Social y Popular (FSP), Carlos Del Frade, plantea una serie de preguntas que la Iglesia debería responder.

La decisión de la Iglesia de desclasificar 3 mil cartas almacenadas en el Episcopado argentino y en el Vaticano debería explicar por qué el ex arzobispo rosarino, Guillermo Bollatti, rechazó los pedidos de los familiares de los obreros presos, torturados y desaparecidos de Villa Constitución, después del Operativo Rocamora, del 20 de marzo de 1975 y nunca respondió al entonces obispo de San Nicolás, Carlos Horacio Ponce de León, que terminó asesinado el 11 de julio de 1977.

Debería encontrarse la razón por el silencio de la Conferencia Episcopal Argentina ante la detención del ex arzobispo de Santa Fe, Vicente Faustino Zazpe, en 1976, en Ecuador y la posterior apuesta por Edgardo Storni, sustentada por Roma.

Debería fundamentar el silenciamiento y persecución que sufrieron los obispos de Reconquista, Iriarte, por oponerse a bendecir a las fuerzas de seguridad y armadas los días patrios y también de Rafaela, monseñor Brasca.

Explicar el silencio ante la desaparición de los 670 santafesinas y santafesinos entre 1976 y 1983; y la concentración del poder de decisiones en políticas educativas y sanitarias durante ese período; además de hacer públicas las órdenes del Segundo Cuerpo de Ejército, con asiento en Rosario, para justificar la labor de los capellanes de la policía provincial, como, por ejemplo, la de Eugenio Segundo Zitelli. Y los reclamos de los grandes empresarios de entonces para reprimir a los delegados de base en sus propias fábricas.
¿Estarán las respuestas que dieron los arzobispos de la provincia a los pedidos desesperados de los familiares de los sacerdotes estragados por la picana y los golpes, como el querido Santiago Mac Guire y el indispensable Joaquín Núñez? ¿Estarán los nombres de los chicos nacidos en cautiverio en la provincia de Santa Fe o los secuestrados, como bien lo supo denunciar Darwina Galichio cuando se encontró con monseñor Graselli y le mostró sus archivos? ¿Qué intereses fueron favorecidos con este silencio de cuatro décadas?
Algo de todo esto deberá exigirse ante esta apertura de archivos. Esto es, por lo menos, lo que exigimos nosotros.

Fuente: sm

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