Caso Oldani: Por un fiscal que está en la mira, pasó año nuevo preso y hoy «vive al día»

La noche del 29 de diciembre, personal policial irrumpió en la farmacia de Marta Facino, pareja del bioquímico Alfredo Sadonio.

Luego de un allanamiento que duró más de 7 horas, el bioquímico fue trasladado hasta la cárcel de Las Flores, donde estuvo 10 días preso. Pasó de ser personal esencial en pandemia, a transitar Año Nuevo dentro del penal.

Mientras permanecía detenido, conoció que el fiscal de la Unidad Especial de Homicidios, Gonzalo Iglesias, y la fiscal Ana Laura Gioria, lo acusaron de formar parte de un plan para asesinar al empresario Hugo Oldani, en febrero del 2020.

Según Iglesias, existían unas 600 llamadas telefónicas que lo vinculaban a Sadonio con otro hombre supuestamente involucrado en el crimen.

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Sin embargo, fuentes del propio Ministerio Público de la Acusación (MPA) reconocieron que las llamadas nunca existieron y que el dato yació a partir de un “error humano”.

Al respecto, el bioquímico reconoció en diálogo con Sin Mordaza TV que “en ninguna parte del legajo hay algo que me vincule a los hechos. Lo único que tomaron para vincularme son las interpretaciones arbitrarias que hicieron de las declaraciones de Damiani –otro imputado en la causa-, sumado a la presunta existencia de unas llamadas”.

"Lo único que tomaron para vincularme son las interpretaciones arbitrarias que hicieron de las declaraciones de Damiani"

En su declaración, el hombre que acusó a Sadonio y que también está acusado en el caso, habló sobre un individuo que habría aportado el dato clave a la banda que asaltó y mató al empresario Oldani. “El hombre era Morrudito, morochito, petisito. Se ve que era el dueño de la farmacia porque había empleadas adentro, y tenía contactos previos por celular con Andresito, porque él lo llamó antes de llegar a la farmacia, que está en una esquina, se llega por calle Belgrano, de Boulevard, unas tres cuadras para el norte”, dijo.

Sobre esta manifestación, la pareja de Sadonio, quien también participó de la entrevista televisiva, detalló: “No dijo en que zona, sólo dice que la farmacia quedaba por calle Belgrano, tres cuadras al norte de Boulevard. No hay una farmacia sobre calle Belgrano al norte, mi farmacia está sobre calle Diagonal España, al sur de Boulevard. No puedo entender al día de hoy cómo involucraron a nuestra farmacia”.

Aun así, hay otros dos datos fundamentales que dejarían entrever que la encarcelación de Sadonio habría sido una equivocación. En primer lugar, el bioquímico no se encontraba en Santa Fe el día que asesinaron al empresario Oldani, sino que estaba trabajando en la localidad de Ataliva. Además, se realizó una rueda de reconocimiento y la persona que supuestamente lo había acusado no lo reconoció.

“Damiani hubiera dicho ‘salió un viejo o un hombre mayor’, y dijo que salió un muchacho. En la ronda de reconocimiento había entre las personas un hombre joven, morrudito, morochito y petisito. Sin embargo, Damiani seleccionó a alguien más alto que yo, de cutis blanco y de buen porte”, manifestó el bioquímico.

El allanamiento que dio el puntapié para un calvario familiar

La noche del allanamiento quedará en la retina de la familia Sadonio para siempre. “En el allanamiento no nos dejaron ni el acta. Yo todavía estaba atendiendo la farmacia, estábamos por mirar una misa que observábamos durante la pandemia, y veo que viene uno, y forcejea la puerta. ‘¡Ábrame o tiro la puerta!’, me dijo. Se metieron, lo esposaron a mi marido y por ahí nos dijeron ‘tenemos orden de allanamiento porque está acusado de homicidio y robo’, relató Marta Facino en la nota televisiva.

Además, lamentó: “Desde las 8 de la noche hasta las 3 y media de la mañana me dieron vuelta la casa, peor que los ladrones. Nos sacaron los ahorros que teníamos, de toda la familia, se llevaron computadoras, todos los celulares”.

"me dieron vuelta la casa, peor que los ladrones. Me sacaron los ahorros que teníamos, de toda la familia"

La sustracción de los elementos personales y la devolución de los mismos que no se concretó, aun con la finalización de los peritajes, forma parte de un reclamo enérgico por parte de los familiares del acusado.

Tal situación respecto a la no recuperación de sus objetos particulares, derivó en un problema más que atravesó a la familia en términos anímicos y económicos.

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Según contó la pareja de Sadonio, estuvo casi un mes sin trabajar, y cuándo pudo retomar las tareas en la farmacia debió hacerlo con una computadora y celulares prestados. Este nuevo modo de labor decayó en la pérdida de datos de clientes del local y en una situación monetaria cuanto menos asfixiante.

"Creo que somos unos perejiles lamentablemente, es feo"

“Estamos mal económicamente, estamos viviendo al día, es muy injusto. Habiendo investigado todo, con resultados inconcluyentes, siguen sin devolvernos absolutamente nada. Es un ensañamiento, es intolerable”, aseveró Facino y sentenció: “Creo que somos unos perejiles lamentablemente, es feo”.

Una vida diferente, dentro y fuera de la cárcel

El bioquímico Alfredo Sadonio quedó en libertad tras estar detenido en el penal de Las Flores, en la ciudad de Santa Fe. Sin embargo, las secuelas del encierro para él y las vivencias de su familia que lo esperaba afuera, fueron irreparables.

“Viví muy angustiado desde que me llevaron de mi casa. Yo siempre me consideré un escudo protector de la familia, y sabía que ellos la estaban pasando muy mal. Primero sentí un desgarro por dejarlos a ellos solos, y después fue todo una novedad para mi entrar a una cárcel y que te lleven directamente a un pabellón”, relató el profesional.

"Tenemos trayectoria en escuelas, en parroquias, y yo fui 32 años docente. La gente que nos conoce no lo puede creer"

Y agregó: “Nos sorprende que no pregunten quien era yo. Con mi esposa tenemos 31 años de casados, 3 hijos profesionales que se financiaron parte de su carrera trabajando. Tenemos trayectoria en escuelas, en parroquias, y yo fui 32 años docente. La gente que nos conoce no lo puede creer”.

Por su parte, la pareja de Sadonio reconoció que actualmente está “con antidepresivos y con tratamiento psicológico".

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Finalmente, el bioquímico afirmó que el diputado Pablo Farías (FPCYS) y el senador Joaquín Gramajo (PJ) se interiorizaron en el tema. “También estuve en contacto con el diputado Carlos Del Frade (FSP) a quién le mandé el material y me agradeció”, contó.

Actualmente, a pesar de los datos que no demostrarían participación alguna de Sadonio en el crimen de Oldani, todavía no se dictó el sobreseimiento definitivo del bioquímico en la causa, y tampoco devolvieron a la familia los elementos personales sustraídos.

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